El escocés se impuso al español Tommy Robredo y todo parece indicar que tiene expedito el camino para llegar a la final del añejo torneo tenístico de Londres.
El español Tommy Robredo, número 29 en el ránking de la ATP, cayó ayer en la tercera ronda de Wimbledon ante el británico Andy Murray, segundo cabeza de serie del torneo, por 6-2, 6-4 y 7-5, en dos horas.
Bajo el techo de la pista central del All England Club, el mismo escenario donde Murray se proclamó campeón olímpico el pasado verano, Robredo sucumbió ante un escocés alentado por el público local.
"Me tengo que sentir orgulloso. En una superficie en la que no estoy nada cómodo he podido jugar de tú a tú con el número dos del mundo", señaló Robredo.
"Poder pisar la pista central de Wimbledon es algo muy bonito. He tenido la opción de hacerlo con el héroe local y haciendo un buen partido, así que no me puedo reprochar nada. Ha sido mejor que yo y ha ganado".
LA ASPIRACIÓN DEL ESCOCÉS. Murray aspira este año a un título que se le resiste al tenis británico desde hace 77 años y ve el camino más despejado que nunca hasta la final después de que el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal cayeran antes de lo previsto en su parte del cuadro.
Robredo, por su parte, regresaba este año a una tercera ronda de Wimbledon cuatro años después de su última aparición en esta fase, tras caer en el primer partido en 2010 y 2011 y perderse el torneo el pasado año por lesión.
El español llegaba a Londres tras vencer este año sobre la arcilla de Casablanca (Marruecos) y alcanzar por quinta vez unos cuartos de final de Roland Garros, donde perdió contra su compatriota David Ferrer.
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