En algún momento de nuestras vidas, quien más y quien menos ha podido comprobar que las amistades peligrosas existen. Las hay de muchas clases aunque una de las más habituales suele ser la de aquel amigo que te contagia... lo bueno y lo malo. Y parece que a Caroline Wozniacki, la amistad de Novak Djokovic le ha contagiado las ganas de hacer gracias.
La tenista danesa no dudó en parodiar la escena vivida un día antes con Rafa Nadal en la sala de prensa. `Caro¿ estaba hablando con colegas daneses y empezó a escurrirse bajo la mesa. Soltó algunas carcajadas y prosiguió tan campante. Teniendo en cuenta que lo sucedido a Nadal no era motivo de chanza, el vídeo no iba a hacer demasiada gracia.
Wozniacki se dio cuenta al día siguiente de que quizá no había estado muy afortunada y a través de Twitter hizo llegar sus disculpas. “Hicimos alguna broma la noche pasada durante mi rueda de prensa. Espero que nadie se lo tome a mal. Siento el mayor respeto y admiración por Rafa!!!”.
No es la primera vez que Wozniacki tiene que dar marcha atrás. Este año, en el Open de Australia, quiso aderezar una de sus ruedas de prensa (que la mayoría califican como soberanamente aburridas) y se inventó la historia de que un canguro la había atacado al intentar rescatarle. La notícia corrió como la pólvora y un par de horas más tarde era portada en los informativos de medio mundo.
Eso la obligó a regresar de inmediato a las instalaciones de Melbourne Park y comparecer de nuevo ante los medios para pedir disculpas y reconocer que todo había sido una broma. Se había pasado tres pueblos. Parece que Caroline no aprende. No sabe que vale más ser gracioso que caer en gracia.
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