El estilo del serbio Novak Djokovic causa sensación en el mundo. Lo comparan con Jimmy Connors, Pete Sampras... Dicen que es una mezcla de juego de distintas generaciones.
El revés de Djokovic es el mejor de su repertorio y sus devoluciones son potentes. Pero, a diferencia de sus predecesores, su éxito no depende de esas dos virtudes por una combinación de valores técnicos, consistencia, una arremetida de condición atlética, defensa y movimiento.
Como dijo al portal www.atptenis.com el ex número 1 del mundo Jim Courier, “Djokovic lo tiene todo. Su combinación de ritmo en sus tiros de fondo de cancha y la cantidad de espacio que cubre es impresionante”.
A finales de la pasada temporada, Igor Cetojevic, nutricionista que trabaja con el serbio, descubrió que Djokovic era alérgico al gluten (se encuentra en la semilla de muchos cereales combinada con almidón).
Desde que se le descubrió este problema, su rendimiento en pista ha sido bien distinto, obteniendo mejores resultados.
Cerveza, pasta, pizza, cereales o empanadas han sido eliminados de la alimentación del jugador serbio, que ha sufrido una notable mejoría física.
Tras mejorar su alimentación, Djokovic comenzó a tomar decisiones que le sirvieran para pulir su estilo. Así, la pasada temporada decidió despedir al estadounidense Todd Martin para confiar su entrenamiento a su técnico de siempre, un hech que le ha reportado cambios más que beneficiosos.
Este hecho está unido a su vinculación completa al entrenador Marian Vajda, quien lo llevó a mejorar su juego y a desarrollar su aspecto mental. Vajda es un eslovaco que potenció su golpe de derecha y el servicio.
Así se entiende su mejoría física, provocada por un cambio en la dieta, unida a las modificaciones derivadas de su cambio de técnico.
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