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lunes, 21 de enero de 2013

Federer y Murray pasan a cuartos de final

Los dos grandes aspirantes a la final por la parte baja del cuadro del Abierto de Australia, el suizo Roger Federer y el británico Andy Murray, desecharon sobresalto alguno en sus compromisos de octavos para alcanzar por la vía rápida los cuartos de final del primer Grand Slam del curso.

Advertidos por la amenaza que padeció en la víspera el serbio Novak Djokovic, al borde de la eliminación en su partido con el suizo Stanislas Wawrinka, el helvético y el escocés reservaron fuerzas para empresas mayores.

Federer, que alcanzó por trigésima quinta vez los cuartos de final de un Grand Slam, acabó con la amenaza del canadiense Milos Raonic en tres sets (6-4, 7-6(4) y 6-2).

El choque llegó precedido de un ruido excesivo dada la condición de promesa del canadiense, que en los antecedentes había obligado al suizo a un gasto mayúsculo. No fue así en el Rod Laver Arena, donde Raonic, decimotercer favorito, ondeó la bandera blanca con excesiva premura.

Federer desactivó pronto el ímpetu de Raonic. Su mejor arma, el saque, solo le socorrió en ocasiones puntuales. Acabó con 19 saques directos. Insuficiente para cuestionar al mejor tenista de la historia.

Cuando Raonic quiso volver al partido ya tenía un set en contra.

Se aferró al desempate del segundo. Y ahí agotó todas sus opciones.

La manga también se le marchó y entregó sus fuerzas. Federer fulminó el partido en un paso más hacia la conquista de su quinto Abierto de Australia para igualar a Roy Emerson.

Roger Federer jugará ante Jo Wilfried Tsonga, la baza más solvente del tenis galo, se impuso a su paisano Richard Gasquet (6-4, 3-6, 6-3 y 6-2).

El finalista del Abierto de Australia en el 2008 no es el único en el que se ampara el tenis galo, que también perdió a Gilles Simon en la cuarta ronda.

Jeremy Chardy ha dado un paso más en su carrera y se plantó en los cuartos de un 'major' por vez primera. Derrotó al italiano Andreas Seppi, vigésimo primer favorito (5-7, 6-3, 6-2 y 6-2) y espera al británico Andy Murray, que disfrutó de una jornada plácida beneficiado por las limitaciones físicas de Gilles Simon (6-3, 6-1 y 6-3).

El escocés, campeón del Abierto de Estados Unidos y finalista en dos ocasiones en Melbourne (2010 y 2011), rentabilizó la merma de su rival, que acusó el esfuerzo ejercido ante su compatriota Gael Monfils en el compromiso de tercera ronda. Simon necesitó entonces 4 horas y 43 minutos para superar aquél partido.

Murray dominó desde el principio y solo se dejó siete parciales. Un ahorro de fuerzas para el británico.

"Noté ya en los primeros juegos que Simon tenía dificultades. No se movía bien, sobre todo por su parte derecha. Solo traté de terminar el partido lo más rápido que pude y prepararme para el próximo compromiso", dijo Murray.

El cuadro femenino también careció de sobresaltos. Si acaso el adiós de Caroline Wozniacki, décima favorita, ante la rusa Svetlana Kuznetsova no entraba entre los planes de alguno.

Pero la bielorrusa Victoria Azarenka y la estadounidense Serena Williams pasaron por la cuarta ronda sin contratiempos. Azarenka, vigente campeona y número uno del mundo, arrolló a la rusa Elena Vesnina (6-1 y 6-1) para dejar de lado las inquietudes de fechas anteriores.

Azarenja jugará ante Kuznetsova, de vuelta a los momentos de enjundia. La rusa evidenció su recuperación tras seis meses de ausencia por una lesión en la rodilla y echó de la competición a la otrora número uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki (6-2, 2-6 y 7-5).

La que fuera ganadora de Roland Garros en el 2009 y del Abierto de Estados Unidos en el 2004, tardó dos horas y media en dilapidar las expectativas de la décima cabeza de serie. Kuznetsova, cuartofinalista en el 2004 y 2009, buscará ahora sus primeras semifinales en Melbourne.

Serena Williams, tercera favorita, no levanta el pie del acelerador. Empleó ante la rusa Maria Kirilenko la misma contundencia que en los partidos anteriores del Abierto de Australia para alcanzar los cuartos de final del primer Grand Slam e la temporada.

Williams se impuso por 6-2 y 6-0 para subrayar su condición de favorita. Lleva un trayecto impecable la tenista de Florida en los últimos diez meses. Desde la derrota en Miami en marzo pasado ante la danesa Caroline Wozniacki, Serena solo ha perdido dos partidos.

El resto han sido triunfos y éxitos. Sumó su sexta victoria ante Kirilenko, distanciada ya de los diez primeros puestos del ránking, como antaño.

Serena, que está en octavos con solo ocho juegos perdidos en cuatro encuentros, buscará las semifinales ante su compatriota Sloane Stephens, que previamente se impuso a la serbia Bojana Jovanovski por 6-1, 3-6 y 7-5, y por primera vez disputará los cuartos de final de un torneo grande.

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