jueves, 21 de febrero de 2019

Lizarazu, la estrella boliviana en tenis de mesa



Velocidad, agilidad, resistencia y también fuerza en las piernas son las características que se necesitan para ser un buen tenismesista, todo ello reúne el cruceño José Eduardo Lizarazu Ortiz (10 de agosto de 2001), quien a sus 17 años es el mejor de Bolivia en esta disciplina y apunta a destacar este año en tres torneos internacionales, y para ello lleva un duro entrenamiento en Alemania.

A Eduardo lo avalan los trofeos que ya ha reunido en sus vitrinas: son los 13 títulos internacionales que posee y que se jugaron en Perú, Chile, Brasil y Bolivia, además de las cerca de 40 coronas nacionales obtenidas, sin contar departamentales o los Juegos Deportivos Estudiantiles Plurinacionales.

También participó en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, en Colombia 2017, donde avanzó a las llaves de eliminación directa; y de igual manera estuvo en los Juegos Suramericanos de Cochabamba 2018, aunque no pasó de la fase de grupos.

El boliviano está ubicado en el puesto 354 (con 910 puntos) del ranking mundial de la Federación Internacional de Tenis de Mesa, sitial al que nunca antes había llegado un tenismesista boliviano.

“Me siento bastante contento por todo lo que he logrado. También soy muy privilegiado porque todo lo que hice es gracias al apoyo de mis padres”, indica Eduardo, quien se inició en este deporte hace siete años gracias al respaldo de su madre Eliana.

Carlos Mejía, presidente de la Federación Boliviana de Tenis de Mesa (Feboteme), es consciente de las habilidades que tiene el joven cruceño. “Este chico no tiene alguien que le haga sombra en Bolivia. Hace unos años tenía un buen rival, Rodrigo Morales de Tarija, quien ya dejó este deporte hace un año”.

Actualmente el país cuenta con siete deportistas ranqueados y el más cercano a Lizarazu es el chuquisaqueño Franco Gareca, ubicado en la casilla 958 con 23 unidades.

El buen desempeño de Lizarazu tiene que ver con mucho esfuerzo y la especial ayuda de dos entrenadores cubanos: Glendys González y Manuel Batista. “Ellos me enseñaron mucho, mis padres los contrataron”, dice.

También fue tres veces a la República Popular de China como becado por parte del Ministerio de Deportes y desde el 1 de enero de este año se encuentra en el Top Spin Center de Bad Aibling, municipio de Alemania, donde se quedará hasta el 10 de marzo.

“Mis padres están haciendo una fuerte inversión económica para que esté acá, donde me entreno seis días a la semana, dos veces por día, con varios chicos de diferentes países. La enseñanza es diferente y también jugamos las Ligas, que son de alto nivel”, explica Eduardo.

Esta preparación es para que asista al Sudamericano Infantil y Juvenil que se desarrollará en Santiago de Chile del 14 al 18 de marzo. “Ahí apunto a ganar porque será mi último torneo de 18 años”.

Inmediatamente después (del 20 al 24 del mismo mes) competirá en el Circuito Mundial que se realizará en el mismo país, donde “trataré de llegar lo más lejos posible”.

Luego, en Asunción, Paraguay, asistirá al Sudamericano Mayores que se disputará del 2 al 7 de abril.

Otro objetivo que tiene es conseguir la clasificación a los Juegos Panamericanos de Lima (del 26 de julio al 11 de agosto) y no cabe duda de que es el boliviano con mejores chances para conseguirlo.

Lizarazu (izq.) muestra su presea de los Juegos Plurinacionales. Foto: Familia Lizarazu

Sueña con los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos, ese es el sueño y principal objetivo que tiene Eduardo Lizarazu; por ello, luego de salir del colegio se dedicará a tiempo completo al tenis de mesa.

“Mi sueño es participar en unas Olimpiadas. Mi meta a corto plazo es llegar al puesto 300 en el ranking, pero mi sueño son los Juegos Olímpicos”, dice el joven cruceño.

Falta un año y cinco meses para Tokio 2020 (del 24 de julio al 9 de agosto) y si bien resta poco tiempo, el tenismesista nacional buscará entrar a esa cita internacional.

“Voy a intentarlo. Para estar ahí debo participar en varios torneos clasificatorios. Es bastante difícil, pero trabajaré”.

Un aspecto importante para que alcance ese cometido es que luego de culminar este año sus clases en el colegio Alexander von Humboldt de Santa Cruz se dedicará 100% al tenis de mesa porque “es un deporte que me apasiona y lo voy a hacer con el total apoyo de mis padres”.

Para ello también tiene planificado participar en distintos torneos internacionales, porque lo que “necesito es más roce, tener más partidos, ya que todo lo demás se aprende y necesito jugar más”.

Si consigue clasificarse a Tokio 2020 o los Juegos Olímpicos de París 2024, se convertirá en el primer boliviano en lograrlo, ya que hasta la fecha el país nunca participó en esta disciplina.

Bolivia acudió en natación, atletismo, tiro deportivo, judo, deportes ecuestres, ciclismo, entre otros.

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