El serbio Novak Djokovic no se considera favorito para la final del domingo del Abierto de Australia, donde intentará defender con éxito su título, quien sea su rival, el británico Andy Murray o el suizo Roger Federer.
"No me daría a mí mismo el papel de favorito contra cualquiera de ellos, pero estoy listo para los dos", dijo Djokovic tras consumar su demolición ante el español David Ferrer hoy en tan solo 89 minutos.
A un triunfo de colocarse entre los líderes de títulos en Australia en la Era Open, e igualar con Federer y el estadounidense Andre Agassi ya con cuatro victorias, Djokovic mostró que se encuentra pletórico de moral.
"He jugado increíble y me he encontrado genial en la pista. Ahora tengo dos días libres antes de la final, y me dará tiempo suficiente para recuperarme", dijo el serbio, que, famoso por sus interpretaciones, volvió tras la conferencia de prensa a la pista disfrazado de médico para atender a un exhausto Henri Leconte en un encuentro de dobles del torneo de veteranos, causando la hilaridad del público de la Rod Laver Arena.
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