Para Rafel Nadal, el Abierto de Barcelona no es sólo un ensayo previo a Roland Garros, sino un torneo que podría ser crucial para defender su condición de número uno del ranking mundial.
El español, quien no actuó el año pasado en Barcelona, puede sumar 500 puntos si se sale campeón por sexta ocasión. Eso le ayudaría mantener distancia del serbio Novak Djokovic, el dos del ranking que se encuentra 3.000 puntos atrás.
Djokovic está invicto en 24 partidos este año y ha ganado cuatro títulos, entre esos el del Abierto de Australia.
"Me planteo que tengo que seguir trabajando para jugar bien en Barcelona y no para llegar bien al final de temporada. Ahora no puedo pensar en el Roland Garros. Tengo que ser más agresivo, sacar mejor y definir los puntos con más autoridad y contundencia", aseguró sobre su estado actual de juego.
"Esta es la única semana que no voy a restar", añadió Nadal en una charla con reporteros en el Real Club de Tenis Barcelona. "Si pierdo en la primera ronda me quedo igual, pero salir a defender es un error muy grande. Hay que pensar en sumar".
Nadal se consagró el domingo en el Masters de Montecarlo, el séptimo año seguido que se alza con el título del torneo en superficie de arcilla.
También marcó su quinto título consecutivo en la superficie, luego de haber perdido prematuramente ante Robin Soderling en el Abierto de Francia 2009. El cinco veces campeón de Roland Garros ha ganado 27 partidos en fila tras esa derrota, apenas cediendo tres sets.
Nadal indicó que es susceptible a la sorpresa en Barcelona, donde su única derrota en 26 partidos fue en 2003, cuando tenía sólo 16 años.
"Yo no soy invencible, he perdido alguna vez y por desgracia aún me quedan muchos partidos por perder. Me ha ido bien en los últimos años, pero nadie es perfecto", dijo sobre su dominio en tierra batida.
La teoría de Nadal será puesta a prueba cuando debute contra Daniel Gimeno-Traver o Potito Starace.
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