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domingo, 6 de noviembre de 2016

Piérola, la promesa boliviana

Diego Eduardo Piérola Lara tiene 16 años de vida y solo cuatro practicando el tenis, pero ya ha logrado 30 títulos nacionales en esta disciplina. Con un talento innato y mucha disciplina logró subirse innumerables veces al podio de los mejores.

Este año ganó los títulos nacionales como bicampeón nacional en la categoría 14, campeón en la 16 y el título en la 18.

En las listas de experimentados tenistas, que incursionaron en esta disciplina en su infancia, Piérola ocupa el cuarto lugar en simples de Cochabamba y el número 16 a nivel nacional. En la categoría de 18 años es el número uno en la Llajta. En dobles es el número uno en las categorías 16 y 18 años a nivel nacional.

Aunque también fue un talentoso futbolista su pasión por los viajes llamaron la atención de este joven que hoy es todo un profesional.

“Tenía unos amigos desde el prekinder, que practicaban tenis y siempre estaban viajando. Para entonces yo había viajado a un campeonato y me gustó mucho, entonces decidí cambiar de disciplina”, dice sonriendo.

Él se encuentra en la prepromo del colegio Calvert y a poco tiempo de egresar ya ve al tenis como una importante alternativa para lograr una beca de estudios superiores en el exterior. “Quisiera irme a una universidad en Estados Unidos. A Chicago o Florida, donde tengo familiares”, proyecta.

Con estas perspectivas, no abandona ni los estudios ni el deporte. “Mi colegio es de 8 a 3 de la tarde, llego y hasta las 4:30 hago tareas, luego a entrenar hasta las 7 y si no he terminado mis tareas continuo. Y a dormir temprano”.

El apoyo de sus maestros y también la Ley del Deporte ha permitido que sus viajes y entrenamientos no perjudiquen su rendimiento en clases.

“Llego y debo ponerme al día, reprogramar exámenes... Mas bien en mi colegio me apoyan en esa parte”, dice agradecido.

Al igual que muchos deportistas, el único apoyo incondicional que recibe es el de sus padres, quienes cubren todos los gastos.

“A veces las autoridades nos ayudan con pasajes. Pero hay equipos, en los torneos internacionales, que van con varios profesores y nosotros solo tenemos a uno para toda la selección”, lamenta.

El padre de Diego, Edwin Piérola, lamenta la realidad boliviana en que muchos jóvenes talentos se esfuercen tanto y solo lleguen hasta la universidad o se vayan al exterior y no

vuelvan más.




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