Un año después, Roger Federer y Novak Djokovic volverán a verse las caras en la final de Wimbledon, en un partido en el que el suizo optará a conquistar su octavo título en Londres y el serbio a mantener su reinado en la capital británica.
A poco menos de un mes de cumplir 34 años, el tenista helvético, ganador de 17 “grandes”, aspira mañana a seguir lustrando una de las carreras más brillantes de la historia del tenis con su octavo título sobre la hierba londinense, más que ningún otro jugador hasta ahora.
Por su parte, Djokovic, de 28 años, quiere ganar su noveno gran torneo, el tercero en Londres, tras los conseguidos en 2011 y 2014.
Tras caer en pasado año en la final, Federer lleva doce meses conjurando para volver a ganar, al menos una vez más, en su escenario fetiche: la pista central del All England Tennis Club.
Cuando salte a la pista central mañana se convertirá en el segundo tenista de más edad que ha estado una final de Wimbledon, por detrás del australiano Ken Rosewall, que perdió la final de 1974 con 39 años.
“Disfruto mucho jugando y me entreno duro para llegar a este tipo de partidos. El de hoy (ayer) ha sido un encuentro grande por ser ante Andy (Murray) y en Wimbledon, pero esto es solo una semifinal. Ahora debo trabajar para ganar la final y completar dos semanas maravillosas”, declaró el suizo.
Federer llega en forma al encuentro ante Djokovic: no ha pasado apuros prácticamente en ningún partido. En su camino a la final, se impuso a l australiano Sam Groth (6-4, 6-4, 6-7(5) y 6-2), el helvético ha dejado en la cuneta al bosnio Damir Dzumhur (6-1, 6-3 y 6-3), al estadounidense Sam Querrey (6-4, 6-2 y 6-2), al español Roberto Bautista (6-2, 6-2 y 6-3), al francés Gilles Simon (6-3, 7-5 y 6-2) y al británico Andy Murray (7-5, 7-5 y 6-4).
Por su parte, Djokovic, que está completando una temporada excelsa, con el título en el Abierto de Australia y la final en Roland Garros, defiende el campeonato logrado el año pasado, precisamente ante Federer.
“Este es el torneo que me motivó a ser profesional. Ganar el título en 2011 fue un sueño, pero el de 2014 fue todavía más especial, ya que me impuse al tenista más importante de todos los tiempos”, indicó el serbio.
Hasta llegar a la final, “Nole” solo sufrió -aunque mucho- ante el sudafricano Kevin Anderson, que llegó a ponerse dos sets arriba (6-7(6), 6-7(6), 6-1, 6-4 y 7-5).
Además, logró deshacerse sin muchos problemas del alemán Philipp Kohlschreiber (6-4, 6-4 y 6-4), del finlandés Jarkko Nieminen (6-4, 6-2 y 6-3), del australiano Bernard Tomic (6-3, 6-3 y 6-3), del croata Marin Cilic (6-4, 6-4 y 6-4) y ayer del francés Richard Gasquet (7-6(2), 6-4 y 6-4).
EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario