La lluvia, impertinente, evitó otro duelo de ensueño entre Rafael Nadal y Novak Djokovic. El campeón tendrá que esperar a mañana para alzar el trofeo. La lluvia, impertinente, no quiso cerrar la fiesta del tenis romano en domingo. El lunes 21 de mayo, a las 12.00 horas, se decidirá al mejor tenista de la semana.
Planificada la final para las cuatro de la tarde, Maria Sharapova y Na Li alargaron su enfrentamiento hasta las dos horas y 44 minutos, agónico el partido en el que cada una se llevó un set y en la muerte súbita de la tercera manga todo quedaba por decidir. La lluvia decidió entonces presentarse en el Foro Itálico para recordar a los asistentes que en pistas abiertas todo juega, a favor o en contra de los tenistas.
Con empate a seis las chicas tuvieron que parar a las cinco de la tarde, un receso que llegó a las dos horas y que hacía peligrar la final masculina. Sobre las siete de la tarde ellas pudieron terminar su partido, aunque con dudas porque seguía goteando y las líneas resbalaban. Sin embargo, Sharapova y Li decidieron terminar el partido que se decantó del lado de la rusa.
Sin embargo, después de otorgar a Sharapova su segundo título consecutivo en Roma, la lluvia volvió a aparecer. Los organizadores, supervisores de pista, entrenadores y tenistas comprobaron durante una hora, en intervalos de diez-quince minutos, las condiciones de la pista y, finalmente, se llegó a la conclusión de que no podía jugarse.
Nadal, que había estado disfrutando del billar mientras se decidía la suerte de la final, se medirá el lunes a las 12.00 horas con Novak Djokovic por hacerse con el que sería sexto título del español, por segundo consecutivo del serbio. El número 1 del mundo venció a Nadal en este mismo escenario en la edición del torneo de 2011 por 6-4 y 6-4 y el español espera darle la vuelta a la historia reciente y llegar con la confianza por las nubes a Roland Garros.
La lluvia, impertinente, cita a los dos mejores tenistas del mundo el lunes a las 12.00 horas. Roma sigue inconquistada.
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