El español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer cerraron la primera semana de Wimbledon, salpicada de lluvias intermitentes la mayoría de días, con un acierto pleno, sin ceder un solo set, y la segunda abre el lunes con un duelo especial, entre dos grandes: Nadal contra el argentino Juan Martín del Potro.
Nadal y Federer resolvieron sus tres partidos iniciales sin perder una sola manga, mientras los otros dos grandes favoritos, el británico Andy Murray y el serbio Novak Djokovic, llegaron a octavos con algún lastre en su bagaje.
El español ha defendido hasta ahora el título con gran nivel. Se quitó de encima sin ninguna dificultad a los estadounidenses Michael Russell y Ryan Sweeting, en primera y segunda ronda.
Luego, Nadal se reencontró con un pasado verdugo en la tercera prueba: el luxemburgués Gilles Muller. Ante él tuvo que forzar dos desempates, los únicos que ha disputado en esta edición. Salió ileso de ambos y reconfortado por haber sido capaz de quebrar el saque de ese rival, al que en la tercera manga hundió y no le dejó anotar siquiera un juego.
Igual que a sus compañeros a Nadal se le interpuso el viernes la lluvia en su último encuentro. Era el primero que jugaba en otro escenario distinto a la Central. La pista Uno no cuenta con techo que pudiera salvar el partido del número uno.
Pero eso incluso eso le vino de perlas a Nadal, que sintió ese días las piernas "más cansadas de lo normal", y recurrió esa tarde a su fisio, Rafael Maymó, para amanecer fresco el sábado. "No me impide estar al máximo nivel", aseguró el mallorquín. (EFE)
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