La primera tenista china en ganar un Grand Slam, Na Li, descartó ayer que su reciente victoria en Roland Garros suponga un motivo para pensar que puede ser campeona de Wimbledon, aunque sí afronta el torneo sobre hierba “con confianza” y sin apenas creerse todavía su éxito en París.
“(Ganar un Grand Slam) te puede ayudar a mejorar mucho. Pero ganar el Abierto de Francia no significa, en absoluto, que puedas hacerlo bien en Wimbledon. Son superficies totalmente diferentes”, señaló Na Li, tercera favorita, quien debutará en Londres ante la rusa Alla Kudryavtseva.
Aunque ya ha jugado contra ella previamente, la china reconoce que las rivales ahora la verán de manera distinta, después de haber ganado su primer gran título, a los 29 años.
No obstante, para ella, “París ya pasó” y es momento “de centrarse en Wimbledon”, donde espera poder sacar partido de toda la experiencia adquirida a lo largo de su carrera y, sobre todo, del último triunfo.
“He estado viniendo aquí muchos años, así que sólo trato de aprovechar la experiencia y nunca dejar de intentarlo”, explicó Na Li, quien bromeó con las dudas que su madre parece tener sobre el reconocimiento en Occidente del torneo de Roland Garros que acaba de ganar su hija.
“Creo que sabe que he ganado el torneo, pero no sé si sabe lo grande que es. No se lo he preguntado”, añadió la tenista, quien se refirió también a la contribución que su título y su nombre pueden ofrecer para el impulso del tenis en China.
“No sé bien lo que significa esto para China, pero para mí es como un sueño hecho realidad. Creo que puede servir para mejorar ese deporte en mi país porque ahora mismo creo que muchos niños ven los partidos”, explicó.
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