La rusa María Sharapova se clasificó por primera vez en su carrera para disputar la final de Roland Garros, en la que se verá con la italiana Sara Errani, al vencer ayer a la checa Petra Kvitova por 6-3 y 6-3, victoria que le asegura recuperar el puesto de número uno del mundo el próximo lunes.
Con un saque directo, el tercero de su cuenta, Sharapova finiquitó un encuentro con el que arrebatará a Victoria Azarenka el trono mundial femenino, después de que la bielorrusa haya ocupado este lugar desde este enero tras ganar en Melbourne.
Además, si gana el sábado la final completará los cuatro Grand Slam, convirtiéndose en la décima jugadora que logra reunir las joyas del circuito, aunque en años distintos (Wimbledon 2004, US Open 2006 y Abierto de Australia 208).
La rusa se enfrentará en la final con la italiana Sara Errani, 24 del mundo, que doblegó a la australiana Samantha Stosur por 7-5, 1-6 y 6-3.
Maria ha completado una mitad de temporada más que aceptable al alcanzar la final de Abierto de Australia, Indian Wells y Miami, donde tropezó con Azarenka en las finales, y ganando los títulos de Stuttgart y Roma.
Mientras que, situada en el puesto 24 del mundo, la italiana Errani era la jugadora con ránking más bajo de las cuatro que accedieron este año a las semifinales, donde batalló durante dos horas y cuatro minutos para vencer a Stosur y colocarse por primera vez en el grupo de las diez primeras del mundo.
Entrenada por el español Pablo Lozano, Errani sucede en la final a su compatriota Francesca Schiavone, campeona en el 2010 y finalista el año pasado, que en esta edición cayó ante la estadounidense Lepchenko en tercera ronda.
Errani, ganadora este año de los títulos de Acapulco, Barcelona y Budapest, tiró la raqueta al ganar el partido, se echó al suelo y se tapó los ojos, para llorar después de alegría, y firmar en la cámara de televisión, en español, “Vamos”. EFE.
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