La eslovaca Dominika Cibulkova, que eliminó hoy en Roland Garros a la número uno del tenis femenino, la bielorrusa Victoria Azarenka, reveló hoy, domingo, que tiene la costumbre de oler las bolas nuevas antes de sacar.
"No beso las bolas, me gusta mucho su olor, cuando son nuevas.
Las huelo siempre. No necesito hacerlo, pero es una costumbre", reveló la eslovaca tras tumbar a la bielorrusa por 6-2 y 7-6 (4) en octavos de final.
Cibulkova, 16ª en el ránking de la WTA, explicó que quizá tenga algo que ver con la superstición o que tal vez lo haga porque cree que le da buena suerte.
"Lo he hecho toda mi vida, es algo que hago en la cancha", dijo la eslovaca, que cree que está mostrando con su tenis que tiene nivel para entrar entre las diez mejores del mundo porque "estoy madurando y haciéndome más fuerte mentalmente", comentó.
Por ello, cree que puede superar su mejor actuación en Roland Garros, cuando alcanzó las semifinales en 2009.
"Si no lo creyera, no estaría aquí sentada. Esta es una etapa muy importante para mí. Tengo la confianza que necesitaba hace mucho tiempo y creo que en este nivel, la confianza es lo más importante", concluyó.
La eslovaca se medirá en su próximo partido contra la ganadora del encuentro entre la estadounidense Sloana Stephens y la australiana Samantha Stosur (6)
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