El tenista español Rafa Nadal ha prolongado su arrollador camino en Roland Garros, segundo 'Grand Slam', y se ha clasificado para la séptima final de su carrera en París tras arrollar en el penúltimo escalón a su compatriota David Ferrer (6-2, 6-2 y 6-1), que estaba completando un gran torneo, pero que nada pudo hacer ante el huracán que volvió a barrer la pista Philippe Chatrier.
Nadal se ha situado a un paso de su séptima corona en Roland Garros, lo que marcaría una nueva plusmarca por encima de las seis del sueco Björn Borg, y está a punto de lograrlo con el mejor tenis de su carrera en el torneo parisino, sensación que avala la estadística, ya que apenas ha cedido 33 juegos en los 18 sets que le han llevado hasta la final.
Y eso que se presumía un compromiso difícil este viernes, ya que David Ferrer disputaba su primera semifinal en Roland Garros mostrando un gran juego que se había llevado por delante a Andy Murray. Sin embargo, Nadal se llevó al triunfo ante su compatriota, igual que había ocurrido en sus doce últimos duelos en tierra batida.
La sensación de que Ferrer podía plantar batalla solo planeó sobre París al inicio del primer set. El alicantino ganó el juego inicial en blanco y en el cuarto dispuso de dos bolas de 'break', las dos únicas en todo el partido. Nadal salvó la situación y sacó su instinto depredador en el siguiente juego, que se apuntó en blanco al resto (3-2).
El juego agresivo del alicantino pronto se disolvió ante la solidez de su rival, que rozó la perfección para sumar otro 'break' en blanco (5-2) y apuntarse el primer set en 39 minutos, aún así el parcial más largo de los tres que se disputaron. Al otro lado de la pista, Ferrer no lograba superar el 47% de acierto con su primer servicio.
Sentado de culo tras sufrir un resbalón, Nadal se sacó un espectacular golpe que le procuró su primer punto de 'break' en la segunda manga, de nuevo aprovechado (2-1). "Es suerte y la inspiración del momento, las cosas me están saliendo bien", admitió tras el partido el balear, que volvió a romper el servicio de su rival (4-1) justo antes de que lluvia interrumpiera la semifinal.
De poco le sirvió el parón de 45 minutos a Ferrer, que vio cómo se esfumaba el segundo set ante un adversario infranqueable, con apenas cuatro errores no forzados y 100% de puntos ganados con su primer servicio en la manga. En el tercer set, Nadal volvió a apuntarse un 'break' en el juego inicial y se dedicó a controlar el juego ante la resignación de Ferrer, que apenas aguantó media hora más antes de doblar la rodilla.
De esta forma, Nadal afronta pleno de optimismo la final del domingo, donde buscará su séptima 'Copa de los Mosqueteros' en los últimos ocho años. Con 51 victorias y una sola derrota sobre la tierra parisina, el balear aspira a emplear su espectacular momento de forma para morder el undécimo trofeo de 'Grand Slam' de su carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario