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viernes, 7 de septiembre de 2012

Soares y Marakova ganan el doble mixto del US Open

El brasileño Bruno Soares y la rusa Ekaterina Makarova firmaron la planilla de inscripción del Abierto de Estados Unidos un minuto antes de cerrar el plazo límite y, aunque nunca habían jugado juntos, terminaron ganando el título del dobles mixto por encima de los favoritos.

En una guerra que fue más de nervios que de tenis, la dupla Soares-Makarova se tituló en el US Open-2012 al vencer el jueves a la checa Kveta Peschke y el polaco Marcin Matkowski, cuartos favoritos, por 6-7 (8/10), 6-1, 1-0 (12/10).

"Estoy muy, muy feliz. ¿Y tú, Katia?", pregunto Soares a su compañera mientras alzaba el trofeo de campeones. "¡Yo también!. Es un sentimiento sabroso ser campeones, porque ni nosotros mismos lo esperábamos", le contestó la chica de Moscú.

El dúo estuvo a punto de no formarse, porque usualmente Soares juega en el circuito con la australiana Jarmila Gadjosova, con la que este año llegó hasta segunda ronda de Wimbledon.

"Katia y yo hemos jugado par de veces juntos. Nos conocemos. Al llegar acá ella me preguntó si qiería jugar de pareja y le dije que lo sentía muchísimo, pero ya estaba comprometido con Jarmila", recordó Soares, un tenista de 30 años natural de Belo Horizonte, y veterano en el circuito de dobles del tenis mundial.

Cuenta Soares que cinco minutos antes de firmar la planilla para entrar al torneo Gajdosova no apareció, y tuvo que echarse a correr para buscar a Makarova, quien se encontraba practicando en la cancha.

"Los dos hicimos la carrera de la vida, pero firmamos a último minuto, 11H59, y supongo que funcionó. Hemos ganado", añadió.

Los dos tomaron su unión con deportividad y sin presiones, y aseguran que esa fue de las causas que les llevó al triunfo.

"Cada vez que ganábamos un partido nos decíamos: 'tranquilos, no tenemos nada que perder, disfrutemos de ésto ante de que se acabe", apuntó Makarova, de 24 años, y quien ha hecho casi toda su carrera profesional en dobles, principalmente femenino.

Soares no tiene ningún complejo en destacar que la atlética moscovita es la líder del equipo, y quien atempera los nervios de ambos en los momentos claves.

Recuerda su consejo en el partido de segunda ronda contra una dupla peligrosa como la belga Kim Clijsters y el estadounidense Bob Bryan, los segundos favoritos del torneo.

"En ese partido fuimos a otro 'tiebreak' al final y ella me llamó aparte y me dijo que recordara que nuestro lema era: 'no tenemos nada que perder', y regresamos y ganamos. Creo que ahí empezamos a pensar que teníamos una oportunidad de ganar", recuerda Soares.

La pareja ruso-brasileña también venció a otro dueto difícil en semifinales, los checos Lucie Hradecka y Frantisek Cermak, séptimos sembrados, "pero con la confianza que ya traíamos, se nos hizo menos complicado", declaró Soares.

"Hacemos una buena pareja...en el tenis, porque Bruno es casado", dijo Makarova alargando la frase intencionalmente, con una sonrisa de picardía.

Soares la miró, le puso una mano en el hombro, y dijo: "Queremos seguir juntos por un tiempo más, no tenemos nada que perder", y ambos rieron de felicidad, tras haber convertido un improbable en realidad.



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