Sólidos debuts para Rafael Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer en Shanghai, octavo y anteúltimo Masters 1000 del año, que se disputa sobre canchas duras y entrega una bolsa de 3.849.445 dólares en premios. También triunfaron David Ferrer, Juan Martín del Potro y Tomas Berdych, entre otros favoritos.
El primero en avanzar fue Djokovic. El serbio se impuso con claridad al español Marcel Granollers (36°) por 6-2 y 6-0 y pasó a los octavos de final, donde lo espera el italiano Fabio Fognini (17°) tras vencer al también ibérico Tommy Robredo (16°).
El serbio, defensor de la corona en el Masters 1000 de Shanghai, dominó el duelo de principio a fin, con buenos números con su servicio -sin quiebres en contra- y con una buena producción en tiros ganadores: 26 (17 más que su rival).
Djokovic, vale decir, le dio continuidad a su gran momento. Pese a perder el número uno del mundo a manos de Rafael Nadal, el balcánico viene de ganar el ATP de Pekín jugando en gran nivel.
Luego fue el turno de Federer. Y el ahora 7º en el listado mundial también respondió con un éxito, al vencer al italiano Andreas Seppi (22°) por 6-4 y 6-3, en una hora y 13 minutos de acción.
El suizo, quinto preclasificado en el certamen, fue de menor a mayor. Arrancó con algunas dudas y llegó a estar break abajo en el 3-2, pero se repuso y mostró una buena versión, apoyada, principalmente, en la efectividad con su servicio.
Federer aprovechó el envión del primer set y enseguida consiguió una nueva rotura (su tercera en el partido) para marcar distancias ante un rival al que había vencido en los nueve partidos previos apenas dejando un set en el camino.
El exnúmero uno del mundo, que hizo semis en Shanghai en 2012 y que busca sumar puntos para asegurarse un lugar en las Finales ATP de Londres, cerró el duelo con jerarquía y ahora irá en octavos de final con el francés Gael Monfils (42º), ex Top 10, que derrotó en sets corridos al canadiense Vasek Pospisil (43º). El cierre de la cancha central estuvo a cargo de Nadal, flamante nuevo N°1. El español prevaleció en un duelo que de entrada se presentó complicado, pero que, en una ráfaga, y merced a un errático Dolgopolov, cambió su rumbo y se terminó definiendo en 59 minutos, por 6-3 y 6-2.
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