Álvaro Guzmán, presidente de la Federación Boliviana (FBT), fue el encargado de destacar el hecho. “Es histórico”, expresó. También apuntó que “en varias oportunidades clasificamos a las damas y en dos a los varones, pero siempre separados. Ésta es la primera vez que los dos equipos jugarán juntos”.
Bolivia, además, será el único país de Sudamérica que asistirá a México con dos representantes.
En el torneo femenino se clasificaron Brasil, Bolivia y Colombia; mientras que en el masculino: Perú, Argentina y Bolivia.
Lo de las chicas fue una sorpresa, lo admitió Daniela Ruiz, la raqueta número uno del país. “Vamos a tener que cambiar la agenda que programamos a principios de año, porque tenemos muchos torneos y no entraba el mundial. La verdad, no pensábamos que nos iba a ir tan bien”.
La producción del equipo, que lo completaron Natalia Barbery y Natalia de Ugarte, fue de menos a más. Ganaron sus tres primeros partidos y favorecidas por otros resultados se quedaron con el primer lugar del grupo; aunque en la final no pudieron con Brasil y tuvieron que conformarse con el segundo lugar. Igual quedó satisfacción por lo hecho.
Los varones, en cambio, aterrizaron en el torneo como cuartos cabezas de serie por detrás de Argentina, Brasil y Perú, con muchas expectativas de llegar lejos. También salieron airosos en sus tres primeras presentaciones, perdieron con Argentina en el cuarto choque y la oportunidad de pelear por el título. Sin embargo, en el partido por el tercer lugar se reivindicaron y derrotaron de manera brillante a Brasil para ir al Mundial.El equipo lo integraron Rodrigo Banzer, Stephan Koenigsfest y Daniel Arrien.
Los capitanes: Hernán Zeballos de damas y Horacio Valenzuela de varones, confirmaron que asistirán al mundial con los tres jugadores de cada equipo con los que consiguieron la clasificación.
El titular de la FBT anticipó que en estos días se reunirá con los capitanes para planificar el trabajo, aunque algunas decisiones ya se tomaron. Antes de viajar a San Luis Potosí, que está a una altitud de 1.887 metros, se realizará una tarea de preparación en Cochabamba.
Un ‘motivador’ fue parte importante del éxito nacional
El desempeño de los chicos y chicas de Bolivia a la hora de afrontar los partidos, además del trabajo previo y durante el torneo de los capitanes y subcapitanes (Horacio Valenzuela y Ramiro Videa, varones; Hernán Zeballos y Juan Carlos Galarza, damas), y el apoyo del público en cada jornada, no fueron todos los factores del éxito nacional, también fue importante el aporte de Juan Carlos Vacaflor, el “coach motivacional”.
Por primera vez la dirigencia de la Federación recurrió a un profesional de esas características para que fuera de sus cualidades tenísticas “los muchachos del equipo pudieran acceder a cierto tipo de herramientas que les permitan superarse a sí mismos frente a las dificultades”.
Entre otras cosas y con diversas técnicas se les enseñó a “encontrar una armonía perfecta entre cuerpo y mente, para lograr los objetivos”, pues “cuando se te caen las emociones, tienes tu cuerpo para apoyarte, y cuando se te cae el cuerpo está la fortaleza mental para ayudar”.
Vacaflor no solamente se encargó de “motivar” a los jugadores, también comandó el aliento desde la tribuna.
Entrevista:
Álvaro Guzmán: ‘En tenis no somos un equipo chico’
Marcos Bonilla
El presidente de la Federación Boliviana de Tenis y también del Comité Olímpico Boliviano estuvo en La Paz para observar las jornadas finales del Sudamericano.
Vivió como un hincha más la clasificación de los dos equipos, sufrió como todos, sobre todo con los chicos, y también fue parte de las celebraciones. Destacó la calidad de los tenistas juveniles y el buen trabajo de los dirigentes.
— ¿Cuál es su sentimiento después de la clasificación de los dos equipos?
— Sufrimos mucho (con el partido de los varones), pero las victorias sufridas son más sabrosas.
— ¿Objetivo cumplido?
— Hemos superado a grandes potencias del tenis sudamericano y hemos demostrado a través del talento, el esfuerzo y la garra de estos jóvenes que Bolivia no es un equipo chico en tenis.
— ¿Está clasificación es síntoma de que las cosas se están haciendo bien desde la Federación?
— Por supuesto que sí, el tenis boliviano es un gran equipo compuesto por los propios deportistas, quienes son los que entran a la cancha; los entrenadores, que están en el día a día de la capacitación; los clubes, que contratan a estos buenos técnicos; los padres de los chicos, que son en realidad los principales sponsors del tenis boliviano; las asociaciones departamentales, que coordinan todo el trabajo de organización de una estructura competitiva, que hace que la Federación pueda decir que tenemos alrededor de 80 torneos nacionales a lo largo y ancho de los nueve departamentos del país, y tenemos alrededor de unos 20 torneos internacionales en Bolivia por año, que obviamente les da a los tenistas la oportunidad de contar con roce internacional.
— ¿Por qué los éxitos llegan con los juveniles y después son pocos los logros que se consiguen?
— Lo que pasa es que la transición del tenis amateur al profesional es bastante cara. Fácil significa entre 70.000 a 100.000 dólares por año y obviamente en Bolivia el respaldo que se puede tener es muy escaso. El paso al profesionalismo es lo que nos cuesta.
— Como Federación, ¿no hay apoyo para los tenistas que puedan convertirse en profesionales?
— La Federación ha venido incrementando los apoyos, pero no es suficiente, tenemos que hacer mucho más, por eso esperamos que desde el Comité Olímpico Boliviano podamos seguir gestionando más recursos, pero que se manejen bien y de esa manera vamos a tratar de generar una estructura de transición al profesionalismo.
— Cuando se consolide esa estructura, ¿se va a tener jugadores de élite en el país?
— En este momento se están viendo resultados importantes con Federico Zeballos y Hugo Dellien, quien acaba de ganar dos Futures. Hay mucho camino por recorrer hasta que tengamos un boliviano que le gane al Nadal o al Federer del momento; pero hay que seguir trabajando con persistencia, generando políticas para desarrollar el tenis boliviano.
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