El japonés Kei Nishikori, que derrotó al español David Ferrer para acomodarse por segunda vez en los cuartos de final del Abierto de Australia en cuatro años, disfruta de la soledad y el recogimiento en Melbourne para intentar dar el salto una vez más.
Tras convertirse en el primer hombre de un país asiático que alcanzó la final de un Grand Slam en el Abierto de EE.UU. el pasado año, donde solo un inspirado jugador en ese momento como el croata Marin Cilic supo detenerle, Kei, entrenado por el legendario Michael Chang afila sus armas en Melbourne Park donde dio cuenta en solo tres sets de un reputado guerrero como es Ferrer.
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