El español David Ferrer, quien ayer ganó, en Bercy, el primer Másters 1.000 de su carrera, aseguró que se quitó una espina al lograr un trofeo de esta categoría, que faltaba en su palmarés. “Me he quitado una espina que tenía clavada. Llevaba cierto tiempo estando a rueda de los ‘top 10’, había ganado bastantes títulos y no haber ganado nunca un Másters 1.000 me daba pena. Ya me he sacado ese peso de encima”, aseguró el levantino poco después de derrotar en la final, de Bercy, al polaco Jerzy Janowicz por 6-4 y 6-3.
Ferrer, quinto mejor tenista del momento, aseguró que había empezado a dudar, a sus 30 años, poder lograr alguno de los nueve torneos que están por debajo de los cuatro Grand Slam.
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