El número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, truncó su impecable racha de la temporada con una retirada en la final del Masters 1000 de Cincinnati, cuando perdía por 6-4 y 3-0 con el británico Andy Murray.
El tenista balcánico, con una lesión en el brazo derecho de la que fue tratado al término de la primera manga y de la que ya se quejó en el partido de semifinales contra el checo Tomas Berdych, solo aguantó 72 minutos en la pista.
La de Cincinnati es su segunda derrota de la temporada en el circuito, en el que acumula 57 triunfos, sin contar los cosechados en la Copa Davis. No podrá dar alcance al registro del estadounidense John McEnroe, que en 1984 acumulaba 59 partidos ganados y solo uno perdido.
Es la primera final que el número uno del mundo cede en el curso, en el que permanece con nueve títulos, incluidos los dos Grand Slam (Australia y Wimbledon). Además, ha ganado cinco Masters 1000 (Roma, Canadá, Madrid, Miami e Indian Wells) y los torneos de Dubai y Belgrado.
Todo lo tuvo en contra Djokovic en la final de Cincinnati, que ha perdido en tres ocasiones en los últimos cuatro años. La segunda, después de la de 2008, ante Murray, que se situó de entrada con una ventaja de 3-0.
El serbio reaccionó y empató a tres. Pero Murray rompió el saque de su rival y encarriló la victoria parcial, que logró por 6-4.
Fue entonces cuando Djokovic pidió el auxilio del fisioterapeuta de pista, que durante minutos intentó paliar su dolencia en el brazo derecho. El número uno del mundo volvió a la pista.
Pero el serbio no estaba ya en el partido. Lento de movimientos, escasamente contundente y sin concentración.
Un camino sencillo para Murray, que cuando logró el 3-0 en el segundo set comprobó cómo su rival arrojaba la toalla. Es el séptimo Masters 1000 para el escocés, el primero este año, y el segundo éxito de la temporada junto al de Queens.
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