El sueño que comenzó a los seis años en una cancha de tenis llegó a su fin después de dos décadas. María Fernanda Álvarez, la mejor tenista que tuvo Bolivia en su historia, decidió "colgar" la raqueta a sus 27 años, debido a una lesión en la muñeca izquierda que arrastra desde el 2013 y de la que nunca pudo sanar completamente a pesar de estar constantemente en el médico. "Mentalmente es muy agotador y físicamente es muy doloroso", manifestó "Nanda" en su Facebook, donde hizo el anuncio oficial de su retiro. Según la propia tenista, en esta jornada tiene previsto brindar una conferencia de prensa para hacer conocer de manera oficial su decisión.
El fin de una etapa. "El tenis ha sido mi vida desde los seis años y creo que seguirá siendo lo que más amo hacer hasta el resto de mi vida", señaló "Nanda" en su publicación. Una pasión que intentó llevar a su más alto nivel: la profesional. Fue la primera boliviana en jugar las rondas clasificatorias en tres oportunidades (2009, 2010 y 2011) del US Open (Abierto de EEUU) y comenzó a competir en el circuito profesional a los 18 años, además que tenía una sólida base luego de participar en certámenes como el Roland Garros y Wimbledon cuando era junior. En 2009 alcanzó el puesto 187 del ranking mundial de la WTA en singles y en 2014 consiguió estar en la posición 137 en dobles, el mejor lugar en su trayectoria. Si hay puntos importantes en su carrera, se recuerda esa victoria ante la francesa Kristina Mladenovic en 2011, quien ocupaba el puesto 183 del ranking y que logró ubicarse entre las Top 50 (35) en 2015, cuando la eliminó en un torneo en México en dos sets seguidos. Otro recuerdo, aunque no muy bueno, fue la lesión de su muñeca izquierda en 2013, con ello estuvo ocho meses parada y tuvo que comenzar desde cero en el ranking mundial luego de haber perdido sus puntos. Difícil situación que supo llevar adelante, porque actualmente ocupa el 394 en singles y el 599 en dobles. Pero el esfuerzo fue de ella y su familia. "Nadie me apoya monetariamente y el esfuerzo lo hace y siempre lo hizo mi familia", escribió Álvarez. Los que la conocen de cerca saben que una sonrisa o una "locura" no le falta, Incluso cuando este medio se comunicó con ella minutos después de haber escrito en su muro respondió mediante WhatsApp: "Perdón que no conteste, pero estoy llorando y no puedo hablar jajajaja". Aún no tiene definido lo que va a hacer, porque "es muy pronto para saber" señaló, pero palabras no le faltaron para su despedida: "El tenis forjó mi carácter, me dio y me quitó muchas cosas y personas, me enseñó a amar y a odiar, me enseñó a ser amiga, me quitó tiempo con mi familia y mi niñez y juventud se pasaron en una cancha de tenis, pero valió la pena cada segundo".
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