El carácter desenvuelto de Gaby hizo que se animara a pedirle un autógrafo y una foto a su ídola tenista. Fue en 2013, cuando se desarrollaba el Sony Open. Aquella vez, con solo 8 años, la niña superó el cerco policial, se acercó a Williams y la abrazó. “Es muy alegre. Me encanta su personalidad”, recuerda con relación al momento que atesora en su memoria.
Vale es tímida, de perfil bajo. Con poca frecuencia enlaza una frase que dure más de seis segundos.
Tienen personalidades distintas, sin embargo se complementan de maravilla. Valeria San Miguel (12 años) y Gabriela Cortés (11) son las tenistas cochabambinas que se consagraron campeonas sudamericanas el fin de semana en Santa Cruz, tras derrotar a sus pares venezolanas en la final del Sub 12 femenino.
Atrás quedaron la adrenalina y el calor del momento, pero nadie les quita las coronas. Están contentas. No paran de hablar, de lanzar sonrisas y contar (muy poco, porque se reservan detalles) lo que sucedió detrás de bambalinas. “Nos hicimos amigas de los chicos de Uruguay. Bromeamos y fue increíble”, dice Gabriela.
Se formaron en el Club de Tenis Municipal, a los 4 años. Gaby sigue en la misma escuela, pero la otra campeona ahora entrena en el Club de Tenis Cochabamba.
Éste será su último año en la categoría Sub 12. El desafío venidero será revalidar su calidad de vencedoras en el siguiente torneo Sudamericano, sin fecha ni lugar definidos. Son distintas en esencia, sí, pero las une el sueño de ser profesionales en la materia.
“También seré repostera. Me salen bien las galletas, la torta rusa de miel y los cupcakes (pasteles en taza)”. Gabriela sabe lo que quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario