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lunes, 13 de junio de 2016

Andrea Belén Cortez, una enamorada del tenis de mesa

Mirada firme, concentración absoluta, reflejos al igual que un felino, buena preparación física y toda una pasión de por medio, es la actitud demostrada en el campo de juego por Andrea Belén Cortez Choquecallata.

Es una joven deportista orureña, se considera enamorada del tenis de mesa. Promete muchos lauros para la tierra que la vio nacer, Oruro. Nació el 27 de mayo de 2000, cursa el quinto de secundaria del colegio Donato Vásquez.

Su vida se centra en los estudios y el deporte, cuyo inicio fue a los nueve años. Lo que comenzó como un desafío terminó convirtiéndose en toda una filosofía de vida por la disciplina y sacrificio que implica.

"Empecé viéndole jugar a mi papá y la meta era ganarle, eso fue al principio. Luego fui conociendo el deporte, participé de varios campeonatos nacionales e internacionales y eso es lo que me impulsó más", afirmó.

Una vez que empezó, no paró. Sin embargo, para ella fue un tanto complicado por decirlo de alguna manera, pero por el otro favorable, ya que a esa edad no había niñas que practiquen el tenis de mesa y afrontó su práctica con puros varones, "ellos jugaban más rudo, me ayudó a mejorar mi técnica y a jugar más duro".

Reconoció que en los entrenamientos no se destacaba mucho, pero en los campeonatos daba todo de sí. La primera vez que participó en un campeonato nacional fue cuando tenía 10 años en la categoría Sub-11, logró un tercer puesto, pero no porque había perdido en la semifinal, la descalificaron de ese partido por un walk over, ya que minutos antes ella participaba en otro campeonato con otro deporte.

Fue un aviso que hablaba por sí mismo, Belén estaba para más sorpresas deportivas. La suerte también estaba de su lado, al tener un entrenador chileno, le ayudó a tener roce internacional, prueba de ello, es que logró el campeonato en la categoría Sub-10 en Arica.

"Mi entrenador me ha dicho que soy una adicta a la felicidad, porque cada vez que hago algo y creía que no podía hacerlo, lo vuelvo a hacer y quiero más. Eso me pone feliz, por eso el tenis de mesa para mí es felicidad, es pasión, es amor, es mi vida", aseguró.

Belén afirmó que antes de cada encuentro en ella siempre predominan los nervios, pero es tan solo hasta tener el partido sobre sus hombros, luego es diversión total, poniendo en práctica todo lo aprendido durante los entrenamientos.

Pero no solo es ese comportamiento. Analiza a sus rivales antes de enfrentarlos, si bien no hay videos lo hace en el mismo campeonato.

"Siempre me concentro y digo: Yo puedo, yo debo y digo que no es difícil. En el primer set entro insegura, luego me ambiento y me aliento mentalmente. Ahí entro en el juego para ganarles", dijo.

Cuando tenía 13 años, Belén jugó el mejor partido de su vida, hasta ahora, que aún prevalece en su mente. Su contrincante fue una deportista beniana en un nacional en Potosí. Era una semifinal.

"Era un gran partido, todos estaban alrededor de la mesa. Unos la apoyan y otros me apoyaban, perdí por una diferencia de dos puntos, ella se puso a llorar de la felicidad y yo también lloré por lo tenso del partido", recordó.

La recompensa a su trabajo y sacrificio no terminó en llegar, representando siempre a su club "Spin" (efecto) comenzó a cosechar los lauros uno de ellos fue en el nacional en La Paz el 2012 en la categoría Sub-13. Entrenó un año íntegro para lograr ese objetivo.

Luego vino Sucre en la misma categoría el 2013. El 2014, si bien no lograría el título, alcanzó el tercer lugar en el nacional de Potosí en el Sub-15. Sin embargo, un año más tarde se reivindicaría en la misma categoría en el nacional disputado en Sucre, logrando nuevamente el campeonato nacional.

A nivel departamental obtuvo el título tres años consecutivos, 2012, 2013 y 2014. Asistió al Sudamericano que se disputó el 2013 y fue convocada a la Selección Boliviana en dos oportunidades el 2015 para el campeonato sudamericano en Paraguay, pero por la falta de recursos económicos no pudo asistir a aquella cita.

En otras participaciones internacionales, Belén concurrió a los Juegos de la Juventud Trasandina en cuatro oportunidades, Arequipa (2012), Bermejo (2013), Vallenar (2014) y Tacna (2015).

Para Belén su vida deportiva no termina ahí, por el contrario está llena de ambiciones y sueños. Una de ellas llegar al mundial y pelear los primeros puestos con deportistas de talla internacional.

"En el mundial hay como 300 deportistas y son las mejores, y apenas te destacas en un Sudamericano o en un Trasandino, por eso hay mucho que subir", aseguró.

La tenismesista orureña invitó a todas las personas a participar de este deporte. Si bien no lo conocen en su plenitud, da muchas satisfacciones. Argumentó que se debe tener perseverancia, cuesta aprender, pero cuando se lo logra, "te sientes un dios".

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