"Sabía que iba a disputar el partido más difícil de la semana, así que estoy muy contenta del resultado", comentó Sharapova tras levantar el 29º trofeo de su carrera.
Al contrario que en los tres partidos anteriores, en los que tuvo que disputar tres sets, la rusa de 26 años sólo necesitó dos mangas y 1 hora y 33 minutos para resolver el duelo.
El partido se decidió en el primer set, de una gran intensidad, y en el que las finalistas se rompieron mutuamente el servicio. Sharapova se adelantó 2-0 y luego 4-1, pero Na Li mostró coraje y perseverancia para colocar el marcador 4-5, sin lograr torcerle el pulso a su rival, que se adjudicó la primera manga a los 52 minutos de partido.
En el segundo set, muy equilibrado, las dos tenistas ganaron con facilidad sus servicios hasta el séptimo juego, en el que Sharapova le rompió el servicio a la china para lanzarse a la victoria.
"Ha jugado un buen tenis toda la semana y estoy muy feliz de ganar de nuevo aquí", dijo Sharapova, que suma 16 victorias consecutivas en tierra batida.
"Esto desde luego me ayudó el año pasado en el camino del Abierto de Francia. Así que es bueno volver a encontrar esta confianza en tierra batida, como el año pasado", concluyó.
La número dos del mundo ganó con éste su segundo título del año después de Indian Wells, y suma una alentadora victoria de cara a Roland-Garros, donde defenderá este año su corona.
Na Li, de 31 años, suma otra final perdida después de la del Abierto de Australia. La china cuenta siete victorias en su palmarés, incluido Roland Garros en 2011.
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