Novak Djokovic logró lo que parecía imposible: venció a Rafael Nadal en el polvo de ladrillo de Montecarlo. Con un juego magistral, el serbio le ganó 6-2 y 7-6 (7-1) al español en el primer Masters 1000 de canchas lentas del año y le impidió ser el primer tenista en la historia en ganar 9 veces consecutivas un mismo torneo.
Tras la demora inicial por la lluvia, el número uno del mundo tuvo un juego sin fisuras en el primer set: fue paciente, letal en el contragolpe y provocó errores poco habituales en el español. Djokovic comenzó a tejer su ventaja en un segundo game muy peleado y extenso que definió en su primera chance de quiebre tras un revés con slice de Nadal que se fue largo.
Nadal estuvo cerca de recuperar el quiebre en el game siguiente, pero Djokovic mantuvo el saque con autoridad y rápidamente se puso 5-0 arriba y no pudo aprovechar 5 puntos de set con el saque del español.
El 5° del mundo dispuso en el game siguiente de su primera chance de quiebre y pudo llevarse el saque del serbio. Con el marcador 2-5, Nadal volvió a salvar otros 2 set points, pero el serbio dispuso de una chance más y se llevó el parcial.
En el segundo set Nadal salió a jugar más agresivo y, gracias a su característico estilo de lucha, logró emparejar el juego. Así, el de Manacor se puso quiebre arriba en el quinto game. De todas maneras, Djokovic mantuvo la intensidad y forzó a Nadal a cometer un sinfin de errores. Así se repuso del 4-2 en contra y pasó a liderar por 5-4. Era un momento de vaivenes, ya que Nadal se recuperó y sacó para set con el marcador 6-5 a su favor. Entonces, Djokovic lo quebró en 0. El serbio mantuvo su racha en el tie break que se llevó por 7-1
Nadal había llegado al encuentro decisivo con una racha de 46 triunfos y una caída en Montecarlo (el único que lo había derrotado fue Guillermo Coria en 2003).
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