El suizo Roger Federer señaló ayer que se sentía “tranquilo” y que nada más jugar en Shangai se olvidó de las recientes amenazas de muerte que había recibido.
“Es cosa del pasado”, comentó tras resolver su primer partido en el Centro de Tenis Qi Zhong. “Me siento bien. Sólo lo pensé un momento. Vi a uno de los guardias de seguridad fuera de la pista, y pensé que el asunto todavía estaba por ahí. Pero siempre hay guardias cuando juego un partido en la pista central. Es normal. No obstante, en cuanto empezó el encuentro, lo olvidé y no volví a pensar en ello”, señaló.
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