El español Rafael Nadal derrotó ayer a su compatriota Albert Montañés en dos sets y avanzó a los cuartos de final del Abierto de Río de Janeiro, fase en la que le espera el portugués João Sousa.
El segundo partido en tierra batida de la temporada para el líder de la clasificación mundial fue un trámite más fácil que el primero, en su debut en Río el pasado martes.
Nadal necesitó de una hora y 14 minutos para liquidar a Montañés por 6-1 y 6-2, en un partido fácil para el de Manacor, en el que Montañés tuvo como único mérito una ruptura de saque a su rival en el segundo set.
El tenista balear consideró que mejoró su juego y que, al final del partido, fue más agresivo, aunque admitió que aún padece leves dolores en la espalda a raíz de la lesión que sufrió en Australia.
Aunque no le impiden jugar, los dolores le están obligando a sacar más suave que de costumbre para preservar la espalda, según confesó Nadal en una rueda de prensa.
Después de su partido, Nadal le regaló una placa de homenaje al extenista brasileño Gustavo Kuerten, la mejor raqueta de la historia del país y tres veces campeón de Roland Garros.
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