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lunes, 28 de julio de 2014

El museo de las raquetas de tenis

Es parte de toda una vida. Año tras año, la colección personal de Humberto Espada se incrementa por la constante adquisición de raquetas de tenis, instrumentos que hoy en día dan origen al museo personal del tenista valluno, aún activo en el deporte blanco nacional.

Expuestas en la mesa de comedor, sala de visitas y otros ambientes de su casa, Humberto Espada muestra sus tesoros a los visitantes, principalmente amigos y tenistas interesados en conocer cómo este instrumento deportivo evolucionó en más de un siglo de existencia.

Si bien no es la única colección del país (existen al menos dos más), la afición de Espada se ha constituido en un fiel testimonio de la evolución del tenis en Bolivia y el mundo.

Esta iniciativa personal nació en la afición de su padre por el tenis, deporte que llegó al país a principios del siglo pasado.

“Compré al menos tres raquetas anualmente. El desgaste en los torneos obliga a renovar cada cierto tiempo”, comentó Espada.



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La llegada del ferrocarril a Bolivia y la fundación de la Bolivian Railway Company Limited (BRCL) trajo consigo a ingenieros ingleses que fundaron los primeros clubes del país, principalmente en los centros mineros más importantes: Uyuni, Atocha, Oruro, Potosí, Siglo XX, entre otros.

Si bien este deporte comenzó a ganar popularidad entre la población boliviana, el tenis comenzó a establecerse en las ciudades capitales.

“Mi papá empezó la colección con cuatro o seis raquetas. Él las guardaba y yo comencé a hacer lo mismo con aquellas con las que jugué mi primer partido oficial, mi primer encuentro internacional y otros”, relató el tenista.

El amor por el tenis fue uno de los principales impulsos que llevaron a Espada a iniciar esta increíble colección.

Por ello, el museo particular del tenista crece mucho más; incluso, de sus frecuentes viajes a Estados Unidos retorna con al menos tres raquetas, aquellas que utiliza en los torneos a los que generalmente asiste. “Cuando viví en Estados Unidos empezó la guerra de las raquetas. Allá se podía probar las raquetas antes de comprarlas. No obstante, algunas veces no había eso. Muchas de ellas no me sentaban e iban a mi colección. Otras, fueron regalos o compras directas. Mi amor al tenis es lo que me llevó a esto”, recordó Espada.



DE 1890 A 2014

Describir las más de 120 raquetas de la colección de Humberto Espada parece una tarea larga y que demoraría muchas páginas para contarlas.

No obstante, la paciencia de Espada al momento de recordar sus características y las formas en que las obtuvo, generan el interés hasta de los menos aficionados de este deporte.

“La raqueta Slazenger es la más antigua de todas las que pertenecieron a mi papá. Mundialmente, en su época, estas fueron las más importantes y quizás las primeras que llegaron al país”, aseveró el coleccionista.

Antiguas y nuevas, todas ellas en perfecto estado de conservación, son una excelente invitación para que los aficionados y amantes de este deporte aguarden con mucha paciencia la exhibición pública de las raquetas, aún sin fecha establecida.



120 RAQUETAS

Aproximadamente posee Humberto Espada en su colección privada. Desde las tradicionales raquetas inglesas hechas de madera hasta las actuales, Espada incrementó su colección año tras año. La mayor parte de su colección fue utilizada en sus partidos oficiales.120

LACOSTE, EL MOSQUETERO REVOLUCIONARIO

René Lacoste, uno de los “cuatro mosqueteros” del tenis junto a Henri Cochet, Jean Borotra y Jacques Brugnon, fue uno de los principales precursores de la creación de la raqueta moderna. Su especial atención por mejorar el deporte llevó a Lacoste a crear una máquina lanzapelotas para entrenar sin la necesidad de contar con un entrenador; asimismo, cambió la tradicional raqueta de madera por una compuesta de metal.

Si bien en aquel momento no tuvo el efecto deseado, Lacoste vendió la patente a la fabricante de raquetas Wilson. “La época de la madera comienza a quedar atrás con René Lacoste, uno de los famosos cuatro mosqueteros franceses. La raqueta de Lacoste revolucionó la muerte de las raquetas de madera. Con Wilson, en 1974, tenistas como Jimmy Connors comenzaron a utilizarlas”, contó Humberto Espada, historiador y dueño del museo de la raqueta de Cochabamba.

Este personaje, además de revolucionar el tenis mundial, fue el artífice de la gran marca de ropa y perfumes Lacoste, cuyo logo es un cocodrilo con el hocio abierto y la cola levantada.

A Lacoste se le debe, en gran medida, muchos de los cambios en el tenis actual.



EXHIBICIÓN DE LAS RAQUETAS AL PÚBLICO

Humberto Espada, conocido tenista cochabambino en el interior y exterior del país, es uno de los principales coleccionistas de raquetas de toda Bolivia.

Su afición es tan grande que recibe visitas de amigos y familiares que desean presenciar y conocer de cerca esta magnífica colección que data de hace varias décadas.

“Algunos de mis amigos que visitan mi casa me preguntan sobre mi colección. Ahora, en el Club Tenis, haré una exhibición pública sobre la evolución de la raqueta. Se requiere de un buen espacio para mostrarlas”, dijo Espada.

A pesar de que aún no tiene fecha, sin duda alguna, ésta podría ser una de las actividades más importantes del deporte blanco, mucho más cuando la fiebre de los Juegos Odesur 2018 comenzó a tomar forma en los pasados días.

La historia de las raquetas es bastante particular: desde el uso de tripas de gato, oveja y cerdo para los acordes, hasta las fabricadas sobre un soporte de madera y diferentes aleaciones de metales.

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