El suizo Stan Wawrinka dio la sorpresa ayer y derrotó al serbio Novak Djokovic, para agenciarse el título del Roland Garros, segundo Grand Slam del año.
Wawrinka, octavo cabeza de serie, venció a Djokovic, primer favorito, por 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4, en un partido que duró tres horas y 12 minutos.
El suizo ya había reinado en la Ciudad Luz en 2003, pero en calidad de juvenil y este domingo se hizo de la Copa de los Mosqueteros para emular la hazaña del sueco Mats Wilander, que se llevó el trofeo de 'junior' en 1981 y al año siguiente lo hizo en el evento grande.
Así pues, luego de perder en primera ronda de este certamen el año pasado, el helvético se cobró revancha a lo grande y venció al máximo favorito, para sumar su segunda corona de Grand Slam tras el Abierto de Australia 2014.
"Estoy muy agradecido a todos los que me apoyaron y a todos los presntes", manifestó el suizo.
Agresivo, por momentos violento, certero y dominador, Wawrinka aplastó en varias fases del encuentro a Djokovic. El serbio, imponente, vio cómo se esfumaba su gran objetivo de la temporada.
El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo sigue sin completar su colección de torneos de Grand Slam, que tiene en su palmarés cinco títulos del Abierto de Australia, dos Wimbledon y un US Open, pero perdió tres finales de Roland Garros. Tendrá que esperar, al menos, hasta 2016.
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