El suizo Roger Federer ganó ayer al argentino Juan Martín del Potro en la cuarta ronda del Masters 1.000 de Miami, por 6-3 y 6-4, y demostró que su estado físico se encuentra mejor que nunca.
Era la primera vez que Federer y Del Potro jugaban en Miami y la pista central de Crandon Park se llenó con mayoría de aficionados argentinos, que apoyó a su representante y rugió con cada punto a su favor sin que ello sirviese para que el de Tandil diese la sorpresa.
El argentino y el suizo escribieron un nuevo capítulo de un duelo que se ha disputado ya en 21 ocasiones, aunque era el primero en jugarse desde 2013.
Si Federer se llevó 16 de los 21 choques, Del Potro, 32 del ranking de la ATP, había gando tres de los cinco últimos encuentros.
Ambos tenistas mantuvieron sus servicios hasta el octavo juego del primer set, en el que Federer consiguió la ventaja necesaria para acercarse al 1-0.
El de Tandil, que nunca ganó a Federer en un Masters 1.000, tuvo hasta cuatro puntos de rotura para ponerse 5-4 e impedir que acabase el set, pero se le “arrugó” el brazo y Federer, que se marchó al ataque, lo neutralizó por completo.
En cambio, el suizo, sexto del mundo, sí aprovechó la primera bola de set de la que dispuso.
El segundo parcial se desarrolló de manera similar al primero, con cada tenista ganando sus saques y con la misma exigencia, pero de nuevo se inclinó la balanza del lado de Su Majestad.
Federer, ganador del Abierto de Australia y del Masters 1.000 de Indian Wells, cerró el encuentro con un 6-4.
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