El simple hecho de volver a jugar al tenis, de pisar una pista y de formar parte de unos Juegos Olímpicos hace feliz a Juan Martín del Potro, llamado tiempo atrás a formar parte de los grandes animadores del circuito y apartado de la circulación por culpa de una lesión de muñeca que le mantuvo fuera de las canchas casi un año.
Del Potro aún tiene fresca en la memoria su última experiencia olímpica. Salió de Londres con el bronce colgado al cuello después de batir a Djokovic en la pelea por el tercer puesto. No lo ve como una revancha el sudamericano.
Del Potro, que pretende acumular minutos de tenis, lamenta contemplar la posibilidad de despedirse del Centro Olímpico de Tenis a las primeras de cambio.
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