lunes, 15 de diciembre de 2014

Ramiro Benavides. A sus 67 no deja de ser campeón



Si de tenis boliviano se trata uno de sus abanderados siempre ha sido el paceño Ramiro Gonzalo Benavides Saravia (30 de enero de 1947), uno de los mejores en la historia de este deporte en el país por los logros que consiguió en su plenitud a nivel nacional e internacional.

A sus 35 años se retiró del tenis profesional, pero hoy, a sus 67, sigue activo en categoría seniors con muy buenos resultados, pues en 2000, 2007, 2009, 2012 y en este 2014 logró títulos sudamericanos en diferentes categorías.

Aparte de jugar también es entrenador y enseña en el Club de Tenis Santa Cruz. Desde hace tiempo radica en esa ciudad.Benavides, casado con Elizabeth Keuchguerian, es padre de Luiza y Fernanda. Como jugador, en su época hizo conocer el nivel del tenis boliviano por varias partes del mundo, dejando en alto el nombre del país.

Comenzó de muy joven a practicar esta disciplina, lo hizo cuando tenía nueve años e hizo su aparición en el Club de Tenis La Paz, en La Florida.“A los 14 años ya era campeón nacional en Sub-18. Nunca pensé en jugar de manera profesional, pero por una beca que me gané por el tenis en la Universidad Corpus Christi en Texas, Estados Unidos, me di cuenta de que era bueno y me dediqué a esto”, cuenta Benavides.

A sus 16 años llegó a ser número tres del mundo en la categoría juvenil, un logro que difícilmente se puede alcanzar.

A los 21 se lanzó al profesionalismo y se mantuvo en la élite durante 15 años, habiendo llegado a estar entre los primeros 120 del mundo durante una década.

En 1978 estuvo entre los 50 mejores, puesto que para el tenis boliviano es un verdadero logro.

Estuvo en aproximadamente 500 torneos internacionales, de los cuales ganó 60 y su mejor victoria (1975) fue en los cuartos de final del Torneo Internacional de Florencia (Italia), donde venció al italiano Adriano Panata, número ocho del mundo en ese entonces.

Benavides también defendió la tricolor nacional en la Copa Davis, lo hizo entre 1974 y 1985, tiempo en que jugó ocho torneos de ese tipo junto con los también tenistas nacionales Oky Chiarella y Ronald Inchausti.

“Era muy seguro en el fondo de la cancha, aprendí a jugar mucho en superficie de cemento cuando estaba en Estados Unidos. Así que entraba a la red, sabía volear muy bien, jugaba dobles muy bien”. Fue un extraordinario tenista.

Lo que le da “pena” es que en su mejor época no recibió el apoyo económico ni del gobierno boliviano ni de la empresa privada, y él se sustentaba solo.

Ve difícil que lo igualen

El tenista boliviano ve difícil que otro deportista nacional aparezca como él en estos tiempos, considera que los jóvenes de ahora no se preparan como antes y no lo toman en serio.

“Les falta mucho. Creo que es más seriedad que otra cosa, es trabajar bastante, porque ahora a la juventud le gusta más salir a fiestas, los amigos los sacan, entonces ahí uno pierde mucho”, opina Ramiro Benavides.

Como él, Mario Martínez fue otro destacado tenista boliviano.

Hoy, ve con buenos ojos al beniano Hugo Dellien, el mejor del país en la actualidad, aunque piensa que debe trabajar más para llegar a su nivel.Dellien, según el ranking ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), del 8 de diciembre, se sitúa en el puesto 289 con 177 puntos, bastante lejos de la posición que llegó Benavides tuvo en su mejor momento (lugar 50).

Está convencido de que si Dellien llega a estar entre los primeros 100 del mundo, le va a faltar a Bolivia otro representante del mismo nivel para afrontar una mejor Copa Davis.


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