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lunes, 16 de octubre de 2017

Roger, el mejor

Roger Federer, el eterno rival del número uno del tenis mundial, acabó ayer con el idilio que Rafael Nadal estaba viviendo con China y puso fin a una racha de 16 victorias acumuladas, en un partido en el que los fantasmas de la rodilla del español volvieron a aparecer.

Y es que pese a los aciertos del suizo, Nadal no estuvo a su mejor nivel y quedó evidente en el 6-4 y 6-3 su desgaste físico por la acumulación de partidos y la existencia de un posible problema en su conflictiva rodilla derecha.

El número dos del mundo logró ganar su sexto título de la temporada y puso fin a la racha ganadora del español (US Open y Abierto de China en Pekín), que no perdía desde que recuperó el número uno del mundo tras hacerse con el título en Flushing Meadows.

Nadal jugó con un estabilizador para proteger su rodilla y se vio visiblemente cansado durante los 72 minutos que duró el partido, aunque tras su derrota no quiso hablar sobre el visible vendaje blanco.

“No quiero hablar sobre ello ahora, después de haber perdido una final no es el momento”, apuntó algo molesto en una conferencia de prensa en la que aseguró que no está preocupado por las molestias que tiene.

Pese a esto, el tenista mallorquín dijo que sus planes de disputar el torneo de Basilea y el Masters 1000 de París-Bercy podrían verse alterados.

“No lo se. En estas dos semanas necesito pensar en ello”, dijo el tenista a la prensa tras el partido ante la pregunta de si estará en Basilea, torneo que arranca el próximo 21 de octubre. “Mi calendario es Basilea y París pero no sé lo que va a pasar”, agregó. En las últimas dos semanas el tenista ha jugado once partidos, algunos de ellos de alta intensidad como en los cuartos de final y en la semifinal de Shanghái.

Federer negó que hubiera percibido las posibles molestias de Nadal en el juego. “En el partido en sí, pensé que se veía bien. Parecía rápido. No vi problemas, para ser sincero”, explicó.

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