Nadal intentará repetir esa mágica cifra de títulos en su Grand Slam favorito, Roland Garros, que se disputa también en su superficie de polvo de ladrillo.
Pese a que las condiciones favorecían más a un pegador como Thiem que a su juego de efectos -la pista del RCT Barcelona volvió a amanecer pesada en otro día nublado- Nadal hizo un partido sin fisuras. Y no jugó precisamente ante un don nadie. A sus 23 años, Thiem es el número 9 del ránking mundial, ha ganado ocho títulos ATP y lleva un año instalado en la elite. El sábado fundió al número uno del mundo, el escocés Andy Murray, pero ayer no tuvo opción alguna ante el “rey de la tierra”.
Muy sólido con su servicio y minimizando los errores desde el fondo, Nadal fue forjando su décimo título.
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