Djokovic, número uno del mundo, tuvo un eficiente primer servicio de 75%, quebró siete veces a su rival y cometió sólo siete errores no forzados, para culminar su contundente demostración con un tiro por la línea, que dejó plantado a Souza.
El serbio, campeón de este torneo en 2011 y cinco veces finalista, parece estar recuperado de la lesión de rodilla que le afectó en sus resultados en los dos últimos Másters 1000 de Toronto y Cincinatti.
En la próxima ronda se medirá al ganador entre el canadiense Vasek Pospisil y el australiano Andreas Haider-Maurer.
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