El español se apuntó con autoridad la primera manga, en la que rompió en tres ocasiones el servicio de un impreciso Dimitrov.
El búlgaro, de 22 años y número 28 de la clasificación mundial, reaccionó en el segundo set, en el que no concedió ni una sola pelota de ruptura a Ferrer.
Todo lo contrario que el jugador español, ganador este curso en Auckland (Nueva Zelanda) y Buenos Aires, que vio cómo Grigor Dimitrov no desaprovechaba la segunda bola de "break" de la que dispuso para ganar por 6-3 el segundo parcial.
En la tercera y definitiva manga, mientras Ferrer desperdiciaba las tres ocasiones de las que dispuso para romper el servicio de su rival, a Dimitrov le bastaron dos para adquirir una ventaja (4-3) que, a la postre, sería definitiva.
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