miércoles, 27 de mayo de 2015

Con el sello de Djokovic y Nadal


Los dos principales candidatos a levantar la Copa de los Mosqueteros en 2015, el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal, debutaron ayer con mano firme en el torneo que cruzará sus caminos en los cuartos de final.

En tres sets resolvieron cada uno de sus compromisos, contra el veterano finés Jarkko Nieminen el serbio y frente a un joven prometedor francés Quentin Halys el español, sin que ninguno de los dos partidos permita sacar conclusiones.

Djokovic, que persigue sumar el único Grand Slam que le falta, solo tuvo una bajada de rendimiento en el segundo set, en el que el finés sirvió, con 5-2 para ganar la manga. Pero el serbio reaccionó para remontar y hacerse con el partido en tres sets, 6-2, 7-5, 6-2. Una muesca más en su impoluta temporada en la que solo ha perdido dos duelos, suma ya 23 triunfos consecutivos y su último tropiezo data ya de primeros de marzo.

Había más expectativa por ver a Nadal, que comparece con los peores resultados de su carrera desde que hace una década comenzó su reinado sobre Roland Garros, donde solo ha perdido un partido.

Enfrente tenía a un tenista que disputaba su segundo partido en el circuito profesional, un kamikaze que se jugó cada bola con una prometedora fuerza, pero que arriesgó tanto que apenas puso en aprietos al español, que acabó ganando 6-3, 6-3, 6-4.

“No he jugado mal”, dijo Nadal, empeñado en desmentir a quienes no le ven en condiciones de sumar su décima Copa de Mosqueteros, aunque reconoció que el partido no le permitió medir su momento actual. Fue una experiencia similar a la que vivió el año pasado contra el austríaco Dominique Thiem, un “sparring” que se lo juega todo a un carta y no permite explayarse al campeón.

Su siguiente rival será otra de sus víctimas preferidas, su compatriota Nicolás Almagro, quien alcanzó la segunda ronda tras derrotar al ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-3, 2-6, 6-4, 7-6(6).

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